Una pregunta muy común que recibo es sobre cómo planificar efectivamente las metas para ver resultados. La clave cae en el diseño de la misma. Un buen ejemplo de muchos es cuando te dicen: “Mi meta es ser rico”. Pausemos por un segundo. Ya que quizás tu mente se fue a pensar de lo superficial de la meta pero no observaste lo ambigua que es ya que hay demasiados tipos de riquezas, la cantidad para considerarse rico es relativa y la ruta no es evidente. Tratemos de nuevo y miren la diferencia: “Mi meta es ser millonario con mi negocio de bienes raíces en los próximos 5 años”. En la construcción de metas no vale el esfuerzo ser romántico a la hora de hablar sobre hacia dónde vamos con nuestro futuro. Si quieres algo sueña despierto y que tus acciones hablen por ti. A continuación algunas estrategias para que construyas metas y las planifiques de manera sostenible:
1. Establece metas que te motiven y dependen de tu esfuerzo.
En muchas ocasiones pecamos de establecer metas que dependen un 80% de las circunstancias y no de mi esfuerzo. Un buen ejemplo de esto son los negocios de redes de mercadeo o quienes quieren subir seguidores en redes sociales. Tu no controlas a la gente. Lo que tu controlas es el valor que le proporcionas para que ellos elijan ayudarte a crecer o seguirte. Diseña tus metas pensando en ti y tu realidad.
2. La metodología “SMART”
Un sistema completo a la hora de poder evaluar la meta que queremos poner en acción:
Specific (Especifico)
Measurable (Medible)
Attainable (Alcanzable)
Relevant (Relevante)
Time Bound (Tiempo a ejecutarse)
3. Escribe lo que te propones y pon lo en un lugar visible.
El materializar pensamientos escribiendo convierte lo efímero en tangible. Luego el hecho de que visualmente siempre lo veas te da un sentido de responsabilidad social ya que hay quienes lo verán y te harán responsable de tus acciones.
4. Diseña la meta en tu agenda
Tu agenda diaria tiene que ir en directa correlación con tu meta. Si tu meta no está dividida en acciones diarias no es sostenible.
5. Consistencia
A el mundo no le interesa cuanto emocionalmente estas invertido en tu meta. Las emociones no tienen valor en un lugar donde la ejecución y resultados son la orden del día. Si no trabajas consistentemente en lo que quieres no va a venir de una manera que al final sientas orgullo de decir: “LO LOGRE!”
Mi mayor consejo en este proceso es: “No te moldees a las exigencias del mundo”. El mismo tiene su propia agenda y te toca a ti diseñar cómo vas a participar de ella. Tu tienes el control de tu vida ya que eres la suma total de todas tus decisiones. ¿Quieres que tu vida cambie? TOMA UNA DECISIÓN! Vamo’ arriba y a trabajar por lo que quieres alcanzar. Dale, que yo creo en ti.
¡Un abrazo a todos!
-Cynthia M. Martinez
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